miércoles, 28 de octubre de 2009

Casa Celia , Cambre

Hace unos días, empujados por las excelentes referencias, nos decidimos ir por fin a Casa Celia, en Sigrás - Cambre

Es un edificio de una sola planta con varios comedores, supongo que serían reservados en los que durante la semana es para fumadores pero al llegar el finde los cambian a No Fumadores "por los niños", nos dijeron.

La cuestión fue que nos pusieron en una mesa amplia (éramos 4) y en una terraza acristalada con mucha luz que parece que así disfrutas más de la comida.

Empezamos con unas croquetas de marisco que no parecían croquetas. Más bien tenían la forma de pastelitos. Nos sorprendieron por su textura y sabor, muy ricas.

Después nos tomamos una ensalada de Bonito de Burela, con endivias (por qué no se usan más??) y un aceite riquísimo. Más que suficiente para los 4...

Con estos entrantes, nos tomamos una botella de Martín Códax. En principio, les habíamos pedido un Pedro de Soutomaior Neve Carbónica (recomendado por nuestro compañero Toni) pero que no les quedaba ni tampoco un Godello Montenovo. De todas formas, del Códax no tuvimos queja

Con los segundos, todos nos decantamos por la carne. Unos solomillos de cerdo con salsa de trufa para Cristina que causaron sensación; un entrecot de buey que Francis devoró en tiempo record, mientras que Jose y yo elegimos un Chateau Briau para compartir que es la punta del solomillo de ternera, muy jugosa y tierna acompañada por pimientos de padrón y verduras asadas que nos costó terminar.
Con esto nos bebimos una botella de Marqués de Terán, un rioja que nos gustó a todos.

Para los postres, arroz con leche, filloas flambeadas y natillas, todos caseros.
Cafés de pota y licor café (de los mejores que he tomado últimamente) para todos con segunda ronda de invitación incluida y lo mejor, esa sensación de agobio cero para poder salir de allí a las 9 si te apetece... Y como no quedaba nadie más, tuvieron el detalle de dejar fumar a la única fumadora del grupo.

Para la siguiente vez nos apuntaremos al pescado. La lubina a la sal y la parrillada de pescado parecían excelentes (los de la mesa de al lado dieron buena cuenta de ello)

Antes de que nos trajeran la cuenta, hicimos una porra para adivinar el precio. Todos nos pasamos... Algunos apostaban por 40 € pero nada más lejos de la realidad. Al final, fueron 31,50 € por cabeza con lo que nuestras ganas de volver se multiplicaron por 10.

Y esperemos hacerlo pronto con más representantes de Catalia.

Se me olvidaba, aquí os dejo el teléfono: 981 674 009

PUBLICADO POR JUAN

martes, 27 de octubre de 2009

Hostal-Restaurante El Hidalgo Segovia

Paseando por el casco antiguo de Segovia; donde se encuentran multitud de restaurantes con diversas ofertas gastronómicas basadas casi todas en los judiones y el cochinillo asado como platos típicos de la zona, íbamos mi esposa y yo buscando una oferta económica y atractiva para degustar estos manjares.
En muchos locales, te ofertan menús especiales con precios bastante ajustados; y desde 18€ por persona, te puedes comer un menú especial consistente en sopa castellana o ensalada, y de segundo, cochinillo asado, y luego postre.

Para poder comer de primero unos judiones, el precio se acerca mas a los 25€ en los sitios mas económicos.
Aparte de todo, nos fijamos, que en la mayor parte de ellos; a no ser que pidieses a la carta, con lo cual el precio evidentemente asciende como poco hasta los 35€ por barba; en dichos menús aclaraban que te daban una copa de vino por persona, o bien un botellin de agua o una cerveza.

Con este panorama, y ya convencidos para comer a la carta, (A ver quien se mete unos judiones, y un cochinillo con un una sola copa de vino), vimos el cartel de los menús que nos ofrecía este restaurante, y en todos daban “vino de la casa”, y no decía que te diesen solo “una copa”, por lo que nos decidimos a probar, el que llaman “Menú Segoviano”.
De primero, yo me comí los judiones, y mi mujer, la sopa castellana. De segundo ambos elegimos el cochinillo asado, que estaba jugoso y sabroso.

De beber, nos pusieron una jarra de vino de la casa, y una gaseosa de medio litro, por lo que de bebida para dos personas tuvimos de sobra.

De postre, había flan, arroz con leche y helado, pero lo típico de Segovia es el “Ponche Segoviano”, que es un bizcocho bañado y cubierto de mazapán. Esto es lo que elegimos, a mí desde luego me gustó.

Después de todo el menú, yo me tomé un café; y por todo nos cobraron 45 euros, o sea que es un menú especial de 22’50 por persona que no “racanea” en bebidas, como otros que hemos visto.
Las raciones, son correctas; está claro que por ese precio, no comes a reventar, pero yo que soy de buen comer, puedo asegurar que hambre no pasé.

Destacar que nos atendieron rápido y correctamente. Aparte de todo el menú, también hay que reseñar, que este local esta ubicado en lo que antiguamente en el siglo XIII era un palacio; por lo que también es curioso, acogedor, y merece la pena verlo.

Otro día que vayamos a Segovia, lo haremos con más tiempo, y probaremos a comer a la carta; pero el menú especial de este restaurante, para degustar lo típico de Segovia, me parece recomendable y a un precio razonable.

Podeis echar un ojo en la web, que aunque es un tanto perdida en la noche de los tiempos, puede daros una idea de los menús que se sirven además de vistas del local.

PUBLICADO POR JUAN CARLOS

Restaurante Silvestre, Barcelona

Con motivo de una cena de trabajo , tuve la oportunidad de regresar a este restaurante situado en la calle Santa Ló en Barcelona, del que guardaba un buen recuerdo tras haber acudido previamente hacía un par de años más o menos.


El local tiene una disposición realmente irregular con un pasillo estrecho con mesas a la entrada , una zona un poco más amplia después y un amplio reservado donde holgadamente comimos los veinte comensales que componíamos la cena.


Para la ocasión de había dispuesto un menú que constaba de cuatro primeros , cuatro segundos y cuatro postres a escoger y que os adjunto. La verdad , es que tras un primer vistazo fue difícil la elección pues se presentaban alternativas realmente apetitosas.


Yo escogí de primero el rissotto con salvia, parmesano y jamón (éste algo escaso) que estaba dispuesto como una fina lámina en el plato, de sabor y textura agradables , y, a mi modo de ver, una cantidad suficiente para un primero (habrá gente que discrepe y que diga que la cantidad era insuficiente).


De segundo me decidí por un steak tartar con foie acompañado con unas patatas paja que a mi modo de entender complementaban muy bien con la textura (para muchos complicada) del steak tartar. Realmente me gustó la preparación, sabrosa, contundente pero a la vez no demasiado agresiva.


De postre opté por un helado de yoghourt con sirope de frambuesa , ligero y de sabor neutro. Si me llego a haber tomado el coulant hubiese sido demasiado.


Había dos vinos a elegir, un penedés blanco y un ribera del duero roble que estaba poco menos que hirviendo.


La selección entre los comensales fue de lo más variado y cabe destacar el buen aspecto que presentaban las otras ofertas y la satisfacción de todos en los comentarios posteriores a la cena.


Es complicado servir a 20 personas distintas , esperar para comenzar y que no se te quede helada la comida. Cabe decir que el servicio (capitaneado por un solo camarero) fue lo suficientemente ágil para no tomar los platos fríos.

No puedo establecer como siempre la relación calidad-precio pues fui invitado, imagino que una cena de este estilo en el centro de Barcelona no suele ser barata, así que os animo a que si lo conocéis complementeis este post.


Hasta otra.


PUBLICADO POR DANI

sábado, 17 de octubre de 2009

Abadía Retuerta Selección Especial 2003


El otro día, y un poco con resignación, abrimos este vino. Y digo con resignación porque lo tomamos hace tiempo ,es un vino que nos encanta , y Toni abrió una botella hermana que resultó que estaba estropeado. Como el fracaso ya lo teníamos en mente , la abrimos sin miramientos para ver lo que la suerte nos deparaba (digo suerte, porque estaba en fecha y conservada debidamente)

Los Abadía Retuerta son Vinos de la Tierra de Castilla y León , pese a que su bodega se halla en Sardón de Duero en Valladolid en la llamada Milla de Oro , entre Tudela de Duero y Peñafiel. Otros vinos conocidos de esta zona son Mauro, Alión , Pingus y Vega Sicilia por citar algunos "malos". Sin embargo los Abadía no son Ribera del Duero, como le sucede a su "amigo" Mauro.


El Selección Especial es el segundo vino de su gama en calidad tras el Cuvee Palomar (que Catalia está deseando probar) y nos encontramos con un vino que en nariz ensambla perfectamente la fruta y la fina madera y que en boca combina suavidad y potencia, muy frutal y con un excelente paso . Aporta una sensación de frescor por el peso que tiene la fruta y su gran ensamblaje con la madera, resultando una sensación golosa que hace que la copa dure menos de lo esperado.

Su hermano pequeño es el Rívola , ya comentado aquí por Toni . En otro segmento tienen varios vinos de pago que, vista la calidad , deben estar excepcionales.

Os dejo la nota de cata de todovino.com

Aspecto: Picota muy intenso.

Aroma: Complejo, con notas de fruta negra, toque mineral, finos ahumados, nobles maderas, torrefactos y lácticos.

Gusto: Buena estructura, sabroso, fresco, taninos de calidad por pulir, ágil y con buen equilibrio. Carácter balsámico y de fruta roja y agradable final láctico

Como curiosidad deciros que la mezcla de uvas es Tempranillo 75% , Cabernet Sauvignon 20%, Merlot 5%.

Uno de los imprescindibles de Catalia que recomendamos unánimemente probar. El precio suele rondar los 15 € quizá algo más... pero vale la pena.


PUBLICADO POR DANI

viernes, 16 de octubre de 2009

Restaurante El Charrúa, A Coruña

El pasado viernes todos los miembros de Catalia junto con un par de amigos nos decidimos a probar uno de los locales de reciente apertura de Coruña . Dani quedó en hacer la reserva y quedamos antes para tomar una caña. Cuando nos reunimos, Dani nos comentó que en A Bica, que es donde habíamos pensado ir a cenar, no hacían reservas telefónicas, sino que hay que llegar y " apuntarse ". Cuando llegamos y hablamos con el camarereo de la entrada nos comenta que él no sabe nada y que tenemos que hablar con el que hay a la entrada del comedor. Cuando por fin llegamos a esta persona ( casi hay que pedir audiencia... ) nos dice que hay un par de mesas por delante y que no sabe cuánto tiempo tardaremos en sentarnos. Estuvimos esperando un buen rato, hasta que ya bastante cansados, decidimos que unos quedaran allí guardando la mesa y otros nos fuimos a ver si en otro nuevo local habría la opción de cenar. Y nos dirigimos a El Charrúa.

Y aquí todo distinto. Llegamos, hablamos con un camarero y nos dijo que estaba poniendo los postres en una mesa y que calculaba que en 15-20 minutos podríamos sentarnos. Llamamos al otro grupo y allí nos quedamos. Naturalmente volveremos a A Bica, pero seguramente entre semana, porque quién se arriesga a esperar un tiempo indeterminado para cenar?? Yo, otra vez, no.

Pues bien, cambiando de tema, El Charrúa es un local pequeño, excesivamente pequeño para lo grande que es el resto de temas a tratar. Apenas cinco o seis mesas, con una barra bastante grande detrás de la cual está montado el fuego y las brasas para la carne. Un consejo: si vais a tomar unas cañas o un vinito, no os pongáis justo delante de la zona donde ponen la carne, porque podéis salir vosotros churruscados.

Nos dieron una mesa que está un poco apartada del resto, al entrar a la derecha, la única que hay en ese lado. En seguida nos trajeron la carta y rapidamente nos decidimos, porque entre unas cosas y otras eran las 11:30 pasadas. De entrante nos decidimos por unos criollos para compartir ( 3 unidades ). También preguntamos por las empanaditas, pero se habían agotado. A la hora de decidir la carne nos dejamos guiar un poco por nuestro camarero. Finalmente nos decidimos por una ración de Pamplona de pollo, una especie de rollo de pollo relleno de bacon, queso, champis, pimiento y aceitunas, súper jugoso por dentro y tostadito por fuera, en fin, buenísimo. También pedimos dos raciones de Lomo de Novillo y otras dos de Bife Chorizo, dos partes del lomo del pobre animal. Se nota la diferencia entre uno y otro, el lomo más suave en cuanto sabor y el bife un poco más intenso, pero en cuanto a calidad de carne creo que hay muchos que deberían aprender. Ambos lo presentaron ya fileteado y coronado con una buena cantidad de Sal Maldon, pero la sorpresa fue al probar esa carne, era auténtica mantequilla, casi se deshacía en la boca. En fin, impresionante... Eso sí, que se abstenga toda esa gente que le gusta la carne pasadita, ésta estaba totalmente en su punto, con su zona más tostada, luego un poco asada y el centro bien jugoso.

Entre los vinos de la carta en esta ocasión acertamos. Primero pedimos un viejo conocido nuestro, Calzadilla ( Tierra de Castilla ), unos de los primeros que tomamos cuando empezaba a gustarnos el tema vinícola, y que pasados ya unos cuantos años nos sigue gustando igual. El segundo vino escogido fue un Malbec, La Consulta,vino argentino que nos recomendó nuevamente el camarero.

Sólo una persona tomó postre, y tres tomamos cafés. En esta ocasión pasamos de los chupitos. La cuenta final ascendió a 150 €, es decir unos 30 por cabeza, en mi opinión fenomenal, vuelvo otra vez, a la calidad de todo lo que nos sirvieron.

En resumen, otro local al que tendremos que volver en otra ocasión para probar el entrecotte ( nos dijeron que era espectacular ). El trato también fue muy bueno, incluso el camarero nos dijo cuando nos íbamos que sentía no tener empanaditas pero que las estaban poniendo como tapa gratuíta con las consumiciones, así que es otra pista por si queréis hacer una ruta de tapeo.



PUBLICADO POR ESTHER

viernes, 2 de octubre de 2009

Restaurante Árabe Aden, O Burgo



Como ya sabréis los que asiduamente nos seguís tenemos una especial predilección por las comidas extranjeras, gustándonos probar todas sus variantes. Este lugar era uno de esos que teníamos en nuestra agenda mental de locales pendientes desde hacía ya mucho tiempo y esta misma semana nos quitamos la espinita.



Está situado en O Burgo y al entrar nos encontramos con un local tranquilo, con música suave y un ambiente tenue y sosegado. Tengo que decir que fuimos el miércoles y tal como nos dijo el dueño, íbamos a estar tranquilos ya que éramos los únicos que teníamos reserva para esa noche. Escogimos una mesa situada en una zona un poco más alta de las otras y empezamos.

La carta tiene sus entrantes ( cuatro o cinco platos ), ensaladas, y las especialidades, desde el cous cous, tajines o cofftas. Finalmente nos decidimos ( después de darle muchas vueltas, hay muchos platos apetecibles... ) y pedimos de entrante hammus, para compartir coffta ( luego os explico de qué va ) y dos raciones de cous cous, el mío con pollo, ternera y verduras y el de Toni mixto de carne también pero con frutos secos. Aquí es cuando el camarero nos indica que le parece demasiada comida y que sería mejor que compartiéramos el plato de cous cous, y que si fuera necesario luego nos traería el resto del pedido. Cuando fuimos a pedir el vino nos llamó la atención en la pequeña lista una referancia que era Vino Árabe. Cuando le preguntamos por él puso cara de " bueno, si queréis os lo traigo, pero yo no lo tomaría... ". Pedimos un Viña Albali Reserva.

Empezamos con el Hammus, el conocido plato de pasta de garbanzos especiada y regada con aceite, perejil y un toque de ajo, acompañado por dos unidades de pan de pita. El plato resultó muy fresquito y dimos buena cuenta de él. A continuación nos sirvieron el Coffta. En la carta venía explicado como carne picada y especiada acompañada con arroz o cous cous y ensalada y la verdad es que nos hicimos a la idea de un plato que habíamos tomado en Tánger hace ya años en unas vacaciones y que era como una brocheta con carne muy picada. Pues en este caso eran dos albóndigas que en lugar de haber sido empanadas para freirlas parecían haberlas pasado por pimienta y curry antes de pasarlas por el fuego. Iban acompañadas de arroz de grano alargado mezclado con fideos ( extraña mezcla ) y ensalada aderezada con salsa de yogourt. A mi me encantó ( tengo que decir que me encanta el curry... ). Y por fin el plato estrella, el cous cous, buen plato con la sémola en el medio de grajo muy pequeñito y totalmente suelto ( que me perdone la marca Gallo, pero no tiene nada que ver con el suyo ) y dados de pollo y ternera con diversas verduras, zanahoria, berenjena, pimiento, repollo, patata... Para mi gusto exquisito, y la cantidad perfecta, la verdad es que tuvimos que darle la razón a nuestro camarero.



Para terminar nos ofreció té verde con menta y hierbabuena como postre. La verdad es que en la carta no vimos más opciones, con lo que me queda la duda si no tienen otras ofertas para terminar una comida o cena. La infusión estaba buena, aunque para mi gusto excesivamente dulce.



Finalmente pedimos la cuenta, la cual y para nuestra sorpresa ascendió a 37,20€, precio de lo más ajustado y para lo que me gustó el local, la carta y los platos no me van a dejar otro remedio que volver proximamente. De hecho ya me imagino una persona ( quizá alguna más... ) que cuando lea esto va a querer que repitamos muy pronto. Lo haré encantada...



PUBLICADO POR ESTHER