El local está montado con un claro ambiente clásico. La noche en cuestión, pese a ser sábado, estaba bastante vacío. Sólo tres mesas, contando con la nuestra estaban ocupadas, si bien hay que decir que había un buen temporal arreciando. Cuando llegamos ya íbamos con la idea de tomar el menú degustación, y así se lo hicimos saber al camarero que nos atendió. De todas formas nos entregaron a carta y ohhhhhh decepción: ahí estaba el menú degustación.... había perdido ese factor sorpresa que tanto me gusta cuando lo pedimos... En fin, la descripción era buena, así que después de elegir el vino ( Zárate, D.O. Rías Baixas) comenzamos.
En primer lugar n
A continuación uno de los platos menos tradicionales d
El siguiente entrante fue Vieira sobre Cremoso de Patata y Crujiente de Ibérico. La vieira tenía un muy buen punto, muy jugosa en su interior y bien acompañada del puré de patata y el jamón, muy logrado su crujiente.
Pasamos al pescado: Meluza en Salsa Albariño: un
Y para concluir el apartado salado nos sirvieron Solomillo Ibérico con Parrillada de Verduras, quizá el plato donde hubiera esperado algo más. La carne era de buena calidad, estaba nuevamente en su punto justo y bien acompañada.
Pasamos al postre donde nos sirvieron un Brownie de chocolate con Helado de Frutos Rojos. Si el brownie estaba bueno ( gran idea añadirle pistachos además de las tradicionales nueces ) el helado estaba espectacular con un sabor intensísimo a fresones. Increíble... Acompañando al postre nos sirvieron na copa de un Porto Reserva, detalle a tener en cuenta que completaba fenomenal al postre. Tomamos los cafés de rigor y dimos por concluída la cena.
PUBLICADO POR ESTHER
No hay comentarios:
Publicar un comentario