jueves, 31 de enero de 2008

Campillo 2002 crianza

De vez en cuando me preguntan : oye Dani , ¿ que vino puedo comprar para llevar a una cena , que quedes bien y esté bien de precio? Yo siempre les pregunto que es lo que van a cenar e intento buscar algún vino poco conocido , bien de precio y con alguna característica particular, para que el que va a a llevar el presente quede bien en la comida (generalmente de compromiso) y pueda añadir en la misma la manida frase "Traje este vino porque ..." , a lo que los anfitriones (normalmente familiares de la novia) responderán "Ah pues está muy bueno... no lo conocía" y nuestro inquieto amigo se anotará un tanto a los ojos de su , quien sabe, futura familia.

Bromas aparte, aquí os presento un vino de nuestra particular calificación "Nunca falla". Un Nunca Falla es un vino que tiene una relación calidad /precio muy alta, que a pesar de que lo pruebes 100 veces te sigue gustando, que la gente nueva que lo prueba tambien le gusta y que tras haber arriesgado con un vino que no habías probado y que compruebas que no te ha gustado demasiado, recurres a él para llevarte un buen sabor de boca (y nunca mejor dicho) de la velada.

Pues bien... este Campillo Crianza es un Nunca Falla, pruébalo, aunque no seas muy aficionado al vino dirás "Este vino es bueno, me gusta" y si no te gusta manda un comentario al blog. Anda por los 10-11 € en Super y 16-17 en Vinoteca.

Ni os comento las características, os dejo la nota de cata. Si algún día tenéis que llevar un vino a una cena y no queréis prguntame , comprar este Campillo, un clásico entre clásicos que ... nunca falla.

Nota de Cata

Vista: Rubí con ribete teja
Nariz: Buena complejidad, aromas de reducción, cueros, ahumados, salazón, fruta compotada, minerales, especias, notas animales
Boca: Media estructura, viva acidez que sujeta los taninos de crianza y con final especiado y de fruta en compota

PUBLICADO POR DANI

lunes, 28 de enero de 2008

Terras Gauda 2006

Para envidia de mis dos compis de blog, sí, he sido afortunada y el jueves pasado en una cena " by the face " patrocinada por una conocida marca de antiinflamatorios tuve la oportunidad de tomar este vino, para mi uno de los Top Five dentro de los Albariños-Rías Baixas-O Rosal. Yo creo que hay confusión dentro de la denominación de este tipo de vinos, todos nos referimos a ellos como albariños, aunque la denominación de origen sea Rías Baixas y en caso de éste en concreto provenga de la zona O Rosal de donde salen mis blancos favoritos.

El color un amarillo pajizo claro, en nariz esos cítricos que tanto nos gustan cuando olemos un albariño y en boca el ácido justo, muy lejos de aquellos que hacen que se te pongan los pelos como escarpias. Es un vino muy fácil de beber, nada dulce, que cada trago te pide otro. Lo dicho de los mejores. En cuanto siga probando os contaré cuales son los otros Top que tantas veces hemos catalogado como los mejores, por ahora los tengo muy claros, habrá que catar alguno nuevo para ver si se incluyen aquí dentro o no...

PUBLICADO POR ESTHER
Os dejo al nota de cata de la propia página de Terras Gauda :
De color amarillo verdoso con llamativos matices acerados.Nos ofrece un interesante y complejo recorrido aromático, desde marcados recuerdos de manzana madura y frutas de hueso, hasta finas notas de piel de naranja pasando por evocaciones de hierbas aromáticas.En la boca combinas carácter y originalidad con una factura clásica marcada por su gran estructura frutal. Con un ataque carnoso y denso, nos llena el paladar de elegantes sensaciones cremosas.
Y otras que he encontrado en la página del Corte Inglés :
Aroma interesante, desde nítidos recuerdos de uva fresca y compota de manzana, hasta sutiles notas de melocotón maduro, pasando por evocaciones de flor blanca.En la boca combina carácter y originalidad con una factura clásica marcada por su gran estructura frutal. Se abre goloso y envolvente, llenando el paladar con sus elegantes aromas de boca.
PUBLICADO POR DANI

sábado, 26 de enero de 2008

Matarromera Crianza 2005

Ya que nadie se atreve a hablar del primer vino catado por nosotros
a) En una cata guiada
b) En la propia bodega
c) En la primera ruta enológica que hemos hecho , pues me corresponderá a mi el placer.

Os pongo en situáción... 11:30 de la mañana , sin desayunar, Bodegas Matarromera, media hora esperando, cambio de planes... en vez de visitar la bodega y catar los vinos , al revés.
Inés.. gran maestro de ceremonias, nos sirve una copita de Matarromera 2005, nos indica los 4 pasos de la cata del vino y nos pregunta sobre el color que más o menos logramos dar con él , aunque resulta que el color exacto de este vino es cardenalicio. Perfecto.

Luego nos reta a que le saquemos aromas y empezamos a disparar (no sin timidez) : pimienta, madera, balsámicos, pimiento verde ... nosotros encantados de que asienta con la cabeza ...

Probamos el vino, de pie, en la barra de la zona de catas, ambiente fresco y la luz entraba por una ventana a la derecha, tranquilidad, el vino un poco fresquito pero no por ello dejaba de expresar en boca toda su potencia y su frutalidad (existe esta palabra?) y amplitud.

Coincidió que probé hacía un par de días el Crianza 2004 del mismo vino, el cual encontré en boca unas notas dulces más marcadas (cacao, vainilla). En este 2005 las tenía más atenuadas.

Mi consejo personal : disfrutad este vino porque realmente vale la pena y , si dudais entre 2004 (por otra parte cosecha excelente) y 2005 ... yo me decantaría por el 2005, a ver como evoluciona.

Ni que decir tiene , que Catalia lo recordará siempre.

Esta vez SÍ os dejo la nota de cata

En la fase visual se muestra cubierto de capa, limpio y brillante, dominando los tonos rojo picota. En nariz es amplio, intenso y complejo en aromas terciarios, así como los aromas primarios propios de la variedad. En boca se muestra redondo, carnoso y persistente, con un tanino amable, y con cuerpo y acidez bien ensambladas.

PUBLICADO POR DANI

Lealtanza reserva 2000 de bodegas Altanza

El vino elegido en esta ocasión fue el lealtanza reserva del 2000 de bodegas Altanza. Un vino bastante conocido pero que como dice Dani "nunca defrauda" se podría decir que es como un fondo de armario que hay que tener para cualquier ocasión.

Lo primero que resalta en este vino es su color picota intenso, en nariz resulta muy agradable, suave y elegante destacando la fruta roja.

En boca podemos destacar su amplitud y persistencia y el toque justo de acidez caracteristico de los rioja.

En definitiva un vino muy elegante y suave, ideal para tomarte con una tablita de ibericos, aunque también recomiendo tomarlo solo puesto que tiene un paso muy agradable, pero como buen reserva es aconsejable decantar...


PUBLICADO POR TONI.

Os copio la nota de cata de Bodegas Altanza

Aspecto : Limpio, color intenso rojo picota, poco evolucionado
Aroma : Intenso aroma mezcla de la variedad y su crianza en roble francés y americano seminuevo. Elegante en nariz.
Sabor : Vivo, con cuerpo, con buen paso de boca, amplio y largo. Viva acidez típica de la zona Rioja. Duradero.

PUBLICADO POR DANI

Bodega el Gestal en A Corveira

Ayer para variar nos fuimos a un sitio que no es demasiado conocido pero que para mí fue un agradable descubrimiento tanto por su cocina como por su bodega (aunque en determinados vinos puede resultar un poco elevado el precio en comparación a otros lugares).

La comida consistió en una abundante tabla de ibericos de primero y de segundo elegimos una ración de croca (parte similar en forma al solomillo también conocida como falso solomillo) servida en pequeños filetes acompañado de patata y pimiento de piquillo y una ración de presa ibérica (parte del lomo del cerdo próxima a la cabeza caracterizada por ser grasa y muy tierna) también con el mismo acompañamiento. En otras ocasiones ya degustamos la exquisita pluma ibérica y el delicioso raxo de solomillo que son muy recomendables.

PUBLICADO POR TONI.






La verdad es que nos gusta esta bodeguilla. Hemos ido en varias ocasiones a veces sólo a tomar un vino, que siempre lo acompañan de algún pinchito cortesía de la casa ( si os coincide probad los mejillones en escabeche que preparan ) y a veces ya a tomar unas raciones, siempre abundantes y de buena calidad.

Es un local pequeño con pocas mesas y donde según el día elegido es complicado encontrar sitio. Entre semana no suele haber problemas. Esta vez, como casi siempre empezamos por una tabla de ibéricos con un buen jamón ( aunque no " sudadito " ), chorizo, lomo muy bueno, cecina con su chorrito de aceite y un queso curado que no puede faltar en ninguna tabla. Luego una buena ración de secreto ibérico que el camarero nos repartió en dos buenas fuentes para que todos los que estábamos pudiéramos llegarle mejor ( buen detalle, porque en las dos fuentes había cantidades correctas ) y para terminar un par de raciones de croca, buenas pero yo las he tomado mejores, todo acompañado de patatas fritas ( no congeladas ) y pimientos de piquillo. Café de pota y chupitos " barra libre " de postre y también por cuenta de la casa para terminar.

La parte negativa es que no siempre tienen todos los productos de la carta. A veces tienes que hacer algunas elecciones antes de llegar a algo que sí hay, y todas ellas están acompañadas de un NOOOOO! del camarero, que por otra parte es un tío majo que curra de maravilla llevando él solo toda la bodega. Este fallo en los suministros es lo que nos impidió en esta ocasión de poder tomar el raxo hecho exclusivamente de solomillo y totalmente distinto al raxo de la zona ( véase el famoso raxo del Burgo )

Sitio muy recomendable, en resumen. Escanearemos la tarjeta y la incluiremos en el blog para que llaméis antes de ir, es aconsejable...





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viernes, 25 de enero de 2008

Val de los Frailes 2003

En nuestra visita a las Bodegas Matarromera, el segundo vino del que nos hicieron la cata guiada fue este Val de los Frailes Crianza 2003, un cigales producido por la misma bodega. Cabe decir que antes habíamos tomado el Matarromera Crianza 2005 (del cual hablaremos) y comprobamos el color de este vino ya denotaba que tenía más años. En la nariz nos hicieron apreciar que sin moverlo en copa tenía un aroma ahumado (hasta aquí llegamos) , pero no sólo ahumado sino una olor practicamente exacto al de una lata de aceitunas de anchoa cuando la acabas de abrir . Movimos un poco el vino y apareció acetona de uñas, guindas en licor (este matiz yo no lo encontré ni diciéndomelo) y .... melón maduro ... increible no?. Vivan las catas guiadas.

En boca, flojito, paso bastante decente y poco más. Complicado encontrarle excesivas virtudes, aunque para nada desagradable. Debieron hacérnoslo catar antes del otro, aunque vale la pena comprarse una botella y disfrutar de los matices en nariz. Con un pescadito iría de maravilla.

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La verdad es que fue muy fácil hacer la cata de este vino gracias a los consejos de la persona que nos llevó por la bodega de Matarromera. Nos lo planteó como que íbamos a probar un vino con el mismo tipo de uva que el anterior que habíamos probado, el Matarromera 2005, pero éste siendo de otra denominación, Cigales y otra añada, éste un 2003. En nariz los matices eran totalmente distintos, fue sencillísimo encontrar el de aceitunas y a la vez fue muy curioso, yo nunca había encontrado este aroma en ningún otro vino. Al moverlo yo sí pude apreciar el de la acetona, aunque si no me lo hubieran dicho no lo habría relacionado, y sobre todo el de melón maduro. A mi me sirvió para darme cuenta que me falta saber relacionar los olores que conozco con lo que realmente es, es decir que el olor a melón lo conocía pero me falta tener esa conexión de decir sí, es melón...

En boca te da la sensación de que le falta algo, que es un vino que te dice mucho cuando lo hueles pero muy poco cuando lo pruebas. Tiene poco retrogusto y al final se queda un poco cojo. Totalmente distinto al Ribera que habíamos probado antes, que era mucho más potente, aún siendo ambos Tempranillos 100%.


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Monte Real Reserva 1998 vs Cillar de Silos Crianza 2004

Como ya os comentaba los jueves es costumbre ir a tomar un par de botellitas de vino con mis amigos y degustar unas raciones para ir conociendo sitios de Coruña y alrededores que poco a poco iremos comentando aquí.

El primer vino que pedimos ayer fue un Monte Real Reserva 1998 , un riojita cuya etiqueta revelaba las características de un rioja clasicote de Cenicero. El color , ya atejado, denotaba ya su madurez, sutil en nariz y con un paso en boca muy suave, taninos muy pulidos, no demasiado amplio, buen retrogusto y una rica acidez a la entrada típica de los riojas. En definitiva, que es uno de esos vinos que se deja beber solo de maravilla y que cuando te das cuenta tienes que pedir otra botella.

Como segundo plato pedimos un Cillar de Silos Crianza 2004 (nótese la dualidad Rioja-Ribera, o mejor dicho Rioja-resto de denominaciones de origen mundiales, que será una constante en mis notas de los jueves, pero esta es otra historia). Este vino lo habíamos probado gracias a uno de los envíos del Club del Vino al que estamos suscritos, y la verdad, tenía mejor recuerdo de él. Típico ribera moderno, rojo con toques morado, muy amplio en nariz, muy alcoholico, pero con un retrogusto un tanto amargo y a años luz de la sutilieza del primero. Quizá el orden en que tomamos los vinos no fue el adecuado... pero así es la vida.

Por tanto , the winner is el Monte Real Reserva , el cual aconsejo probar (además eran 18 € la botella por 20 € el Cillar).

Os debo las notas de cata , si las encuentro. Hasta pronto

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miércoles, 23 de enero de 2008

Restaurante La Cueva del Túnel, Valdevimbre, León




El domingo 20 de Enero, y ya de regreso de un fin de semana completo de buen comer y mejor beber, decidimos hacer la última parada en Valdevimbre un pueblo a unos 30 kilómetros de León que parte de nosotros ya conocíamos y que por ese motivo sabíamos que más pronto o más tarde tendríamos que volver. Es un pueblo extraño, rodeado de colinas de las que salen decenas de chimeneas y que le da un aspecto de aldea hobbit. Antes de ir al restaurante decidimos tomar un vino de la zona en una vinoteca correcta, pero abarrotada de gente gritando ( vuelvo a mi teoría de por qué hay que gritar cuando hablas con otra persona si ésta está a tu lado y te oye igual y así no das el coñazo al resto de la gente ni les obligas a gritar a su vez para hacerse oir?? Esto es como una bola de nieve... ) Tanto era el ruido que decidimos salir a la calma de la calle del pueblo e ir al restaurante La Cueva Del Túnel, donde teníamos mesa reservada.

El restaurante es otro mundo. Está excavado en la colina-montaña, con una luz tenue, silencioso, tranquilo, decorado con detalles moriscos. Está dividido en distintas estancias, cada una de ellas de 4 o 5 mesas como máximo, aunque hay sitio para poner alguna más, pero al no estar sobrecargado hace que cada unos de estos mini-comedores sea apacible. Hay muchos de estos comedores cada uno con paredes de piedra y muchos de ellos con altísimas chimeneas también de piedra que son las que vemos desde fuera y que le dan el aspecto al pueblo.

La carta es amplia en entrantes, de los que ya hemos probado las tostas de pan de centeno con helado de aceite de oliva y la morcilla sobre huevos rotos que si os gusta la morcilla leonesa no podéis perderosla. Otros platos apetecibles pero no probados serían las croquetas caseras de jamón, queso y morcilla o el chorizo al Prieto Picudo ( uva de la zona ). En los pescados había bacalao preparado de un par de maneras pero lo que más abundaba era la carne: solomillo de vacuno o de potro, brochetas de lechazo con especias, rabo de toro, magret de pato y el clásico lechazo por el que nos decantamos la mayoría, yo en particular porque ya lo había tomado y para compararlo con el del día anterior en Aranda. Estaba buenísimo pero la preparación yo creo que ya era algo diferente así que aunque para mi ganara el de Aranda también os recomindo probarlo aquí. El vino, Los Silvares con la uva Prieto Picudo, muy bueno y muy acorde con la comida. De postre un variado con cañas rellenas de crema, mousse de chocolate, tarta de queso, peras al vino, tocinillo de cielo y helados. Café ( imprescindible ) y chupito ( que tenía que ser de café pero un despiste hizo que el camarero lo trajera de miel )

La cuenta otra vez muy bien, porque aquí aparte de la comida y el vino hay que contar con un servicio que no te atosiga, no te mete prisa, al contrario que te anima a hacer una sobremesa a disfrutar del vino que te queda después de comer y que en consecuencia crea un ambiente tranquilo y relajado con el que yo me sentí muy a gusto. Ya he repetido en este restaurante y me ha quedado claro que en cuanto pueda repetiré una vez más.


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Restaurante El Cordero, Aranda de Duero


Cómo íbamos a estar en la zona y no degustar un buen lechazo del que somos auténticos fans?? Imposible, así que guiados por Javi y Viri, nuestros cicerones en la región allí nos presentamos sin haber desayunado, después de la cata de 4 vinos y con un hambre considerable. El restaurante es un asador en el centro de Aranda, y como tal, comedor amplio con horno de leña en el centro ( que se agradecía con el frío que hacía fuera ). De la carta no recuerdo muchas cosas, teníamos el menú bastante claro y nos fuimos a por él, pero nos apeteció un jamón impresionante y " sudadito " y la clásica morcilla de Burgos, muy buena. Y a continuación el lechazo, que nos lo presentaron en cazuela de barro entero y cuando dimos el visto bueno ( como para no darlo... ) el encargado del horno lo cortó con unas tijeras normales, aunque a todos nos dió la sensación que lo podía haber troceado con las manos si hubiera querido. Al probarlo nos dimos cuenta de la diferencia entre cordero y en concreto este lechazo, porque en otros sitios también te ofrecen lechazo que nada tenía que ver con éste. Tierno, jugoso... En fin buenísimo, y todo regado con un Emilio Moro Crianza 2004 que lo acompañaba a la perfección y del que os hablamos en otro apartado. Al acabar y darnos cuenta que no podríamos ya con un postre, pedimos el café tan necesario después de una mañana ajetreada y una comida como la que habíamos tomado. Los chupitos fueron por cuenta de la casa, unos licores de hierbas ( de El Afilador!!!! ) para los que no conducíamos y manzana sin alcohol ( ?? ) para los conductores, y éstos estuvieron acompañados de una bandeja de dulces que les habían quedado de Navidad, polvorones, mazapanes y dulces de yema que me engañaron haciéndome creer que eran mini-magdalenas. La cuenta correcta, dado el festín que habíamos degustado. Lo peor, el ruido del local, lleno de gente que cree que por hablar y reirse más alto lo van a pasar mejor. A pesar de esto yo creo que es imprescindible a quien le gusten los asados probar el de lechazo en Aranda.



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Emilio Moro Crianza 2004


Ni el mejor momento (tras visitar 2 bodegas con sus catas de 2 vinos cada una), ni el mejor lugar (un asador con un inquietante y suculento aroma a lechazo), ni la mejor copa (entre copetín y copa de verdad, ya hablaremos de esto) pero no le puedo poner pegas a este vino. Lo tomamos en el restaurante "El Cordero" (del que hablaremos) , en Aranda, rodeados de voces altas y a un precio decente: 18 €.

El ambiente no era para cata (aunque yo lo había probado..otra añada) pero me lo apunto para mi lista de "nunca falla". Me recordó mucho a su hermano menor, el Finca Resalso, de la misma bodega, misma potencia, pero más pulido.

Carnoso , amplio , frutal, de retronasal generoso y con un toque de regaliz... tambien estaba con algún grado de temperatura de más... pero estos vinos tan explosivos me gustan. Repetiré , seguro, pero con mas calma.

Puntuacion : 7,5-8/10

(Os pongo la nota de cata cuando la encuentre)


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martes, 22 de enero de 2008

Visita a la Ribera del Duero

El fin de semana 19-20 de Enero hicimos una escapada a la Ribera del Duero porque nos parecía que un buen modo de estrenar este blog era ir a unas cuantas bodegas y probar unos vinos de la zona para poder dar nuestra opinión acerca de ellos. Así que nos dedicamos en cuerpo y alma a degustar toda la gastronomía, conocer la zona, pasar mucho frío y al final hacer muchos planes para volver pronto porque se nos metió en el cuerpo el gusanillo de conocer y visitar más bodegas.
Después de visitar varias páginas de Internet, ver donde teníamos el campamento base ( en Simancas, en casa de Javi y Viri, unos amigos que realmente fueron los que hicieron que nos moviéramos para ir a conocer la zona, y con los que pasamos un finde genial )y calcular kilómetros decidimos que visitaríamos Matarromera, en Valbuena del Duero y Legaris en Pesquera del Duero.
Son dos bodegas totalmente distintas, la primera más familiar, más natural y más sencilla que la segunda donde todo es diseño, tecnología y minimalismo. Pudimos comprobar distintas maneras de entender la forma de conseguir buenos vinos, cada maestrillo tiene su librillo como dice el refrán... A mi particularmente me gustó comprobar que aunque todos tienen su proceso similar cada vino tiene algunas particularidades en su elaboración que los hacen tan distintos aún partiendo del mismo tipo de uva, la misma añada etc.
Después de la visita a la bodega también estaba incluída una cata, que en el caso de Matarromera tuvo que ser antes de verla por problemillas logísticos. Aquí fue donde realmente disfrutamos, porque en Matarromera Inés, la chica que nos atendió nos explicó los pasos de una cata y nos fue conduciendo por los dos vino, pero dejándonos descubrirlos a nosotros y echándonos una mano cuando ya no nos salían más aromas. En Legaris también fue distinta, era una cata con un grupo de unas 15 personas que estaban en nuestro grupo en la visita, que cada uno había pagado una cantidad dependiendo de lo que quisieran catar y eché de menos una persona que nos hubiera ayudado a descubrir todos esos matices a los que yo no llego ni de lejos al degustar un vino.
Y después de todo esto, lo más peligroso, que es la compra de botellas, donde tienes que tener la cabeza un poco fría, y donde nosotros no la tuvimos. Hicimos los deberes y nos trajimos para casa varios vinos que no podemos conseguir fácilmente en Coruña y que guardamos para esos fines de semana, comidas o cenas y que poco a poco iremos comentando aquí.
Así que después de este fin de semana, de comer mucho ( tenéis que probar el lechazo de Aranda, la morcilla de Burgos, los caracoles, las mollejas....... ) beber más y no sólo vino, y dormir muy poco, lo dicho, que queremos volver pronto, muy pronto . PUBLICADO POR ESTHER

martes, 15 de enero de 2008

Nace Catalia

Hola a todos, y bienvenidos a Catalia. Permitidme contaros una historia... Hace varios años mientras el Deportivo se paseaba triunfalmente por la Champions, nosotros empezabamos a adentrarnos en el mundo del vino. Eran tardes de embutido, tortilla , goles y visita previa a Carrefour para escoger una par de botellas de vino que acompañasen la velada. Así comenzamos a aficionarnos, probando vinos que rondaban los 6€.

Comprábamos los Penedés, Valdepeñas, Riojas, Navarra .... sin pasarnos en el presupuesto y opinando de cual nos gustaba más y porqué. No sabíamos que un vino podía ser redondo, ni amplio y el retronasal parecía un concepto olvidado de clases de anatomía.

Luego llegaron las ferías del albariño a las que Esther y Toni (los otros pasajeros de Catalia) puntualmente acudían y traían una docenita de botellas ("para probar") que eran suficientes para degustar los festivos del año.

Yo me hice con unos amigos socio de TodoVino, aún lo sigo siendo y todos los jueves es religión ir a probar vinos no conocidos y/o repetir aquellos que "nunca fallan". Así pasaron los años y un día nos dimos cuenta porque un reserva podía costar 4€ y un crianza 18€.

La memoria no suele perdonar y en el camino han quedado perdidos vinos que probamos en su tiempo, sitios donde fuimos a cenar y viajes que no recordamos exactamente.

Cuando decidimos abrir Catalia, lo hicimos con una doble finalidad : dejar constancia de nuestras opiniones y gustos en el mundillo vinícola-gastronómico y ofrecer una referencia muy personal y cercana a la gente que visite este blog.

No quiero extenderme demasiado en este primer post. Espero que seáis muchos los que nos acompañeis en este viaje por el mundo del vino (y del buen yantar). Arrancamos...