
En este caso con motivo de una comida celebrada por nuestro amigo Rodrigo nos reunimos en este sitio, con un aliciente añadido, el encargado del comedor, que también es un viejo conocido con amplia experiencia en el sector hostelero. Se trata de Juan, que muchos conocerán porque era el antiguo metre del restaurante Manolito, que ofició de maestro de ceremonia y que como he dicho antes tiene una dilatada carrera y muchos conocimientos tanto en el mundo de los vinos como en la atención al comensal.
La velada se realizó en un reservado y comenzó con unos entrantes que consistian en dos cazuelas de mejillones al vapor (muy ricos y muy frescos) dos fuentes pequeñas de pulpo a la brasa con langostinos (el pulpo con un punto buenísimo), y dos platos de jamón ibérico que venía acompañado de unos picatostes (el jamón de 10).

La comida se acompañó en todo momento de vino tinto, de primero una botella magnum de Castillo de Sajazarra, y dos botellas magnum de Marques de Vargas crianza.
Para finalizar nadie pidió postre, pero si tomamos varios un gin tonic y alguno un chupito de licor café, todo ello con unos cafés.
Decir que el precio por comensal subió a 60 Euros, lo cual resulta bastante caro aún teniendo en cuenta que una de las personas estaba invitada por el resto por ser una celebración. Si echamos la cuenta, todo fue pagado entre 8 personas, se supone que el precio final por comensal ascendería a más de 50 Euros.
En resumen, sitio muy agradable, con una extensa carta de vinos y unas zonas de comedor muy bien montadas. Siempre seguid los consejos de Juan que es un espectáculo a la hora de asesorar y de servir.
PUBLICADO POR TONI.