Este fin de semana fue un poco distinto al resto, ya que planificamos una escapadita a León. Todos teníamos ganas del viaje, unos por conocer ese famoso Barrio Húmedo, todos por salir un finde de Coruña y personalmente por volver a esta ciudad en la que he veraneado tantos años.
Comenzamos la noche del viernes ya que estratégicamente salimos a una hora correcta desde Coruña ya para empezar una toma de contacto con el Húmedo. El primer sitio al que entramos fue
El Altar, donde probamos una botella de Estay, 100% Prieto Picudo, y según rezan las servilletas de este bar " Las mejores patatas del Húmedo " ( cortesía de la casa ). A continuación y viendo que se nos hacía un poco tarde entramos en
El Tizón para degustar una botella de Don Suero ( viejo conocido de Catalia ) y unos pichitos de salchichón. Como los estómagos empezaban a protestar ya más en serio pedimos también una tabla variada con una impresionante cecina, queso curado de oveja, chorizo y lomo. Esto fue ponernos un caramelito en la boca, y no nos quedó más remedio que repetir la cecina con el queso, una verdadera delicia. No nos gustó el ambiente de los empleados que debían querer recoger pronto para cerrar y que por dos veces nos retiraron copas de vino que teníamos apoyadas aunque con vino y con la botella al lado. Cuando salimos nos decidimos ir a unos de los más conocidos de todo el Húmedo, El Besugo, aunque nada más entrar un camarero nos plantó a la cara que no había nada para comer. Otra vez buscando un lugar hasta que nos fijamos en
La Bicha. Es un bar alargado sin mesas donde una sola persona lo lleva todo. Unas cañas y una ración de morcilla leonesa, un chorizo a la plancha y nuevamente una ración de queso ( ésta abundante ) cerraron nuestro estómagos hasta el día siguiente. Volvieron a caer unas cañas en este local, porque el picante nos hizo entrar en calor.
Al día siguiente dedicamos la mañana a visitar un mercado al aire libre y comprar algunas cosillas. También nos acercamos a un distribuidor de vino para traernos unas botellas de D.O. Vinos de León que próximamente podréis ver en Catalia en nuevos post. Y entre unas cosas y otras nos encontramos ya en la hora de la caña matutina, con lo que nos dirigimos a
La Mejillonera, bar de toda la vida en León que precisamente estaba celebrando su 40 aniversario. Un par de cañas y unos buenísimos pinchos de tortilla y chorizo con un rebozado y frito y presentado en brocheta. La pena es que no llegamos a tomar las míticas bravas que yo recuerdo de cuando era una niña y ya entonces me encantaban.
Para comer teníamos reserva en la ya conocida
Cueva del Túnel en Valdevimbre, con lo que nos cogimos el coche y llegamos a tiempo para repetir en la vinoteca
La Sacristía. Y aquí tengo que dar la razón a todos aquellos que no compartísteis mi comentario anterior y me recomendábais volver. Pues es cierto, al ir un sábado estaba mucho más tranquila, pude asomarme a ver la fantástica bodega que tienen en la parte de atrás y me encantó. Tomamos un vino de la zona y la dueña nos sirvió un variado de pinchitos con salchichón, chorizo, jamón y queso, unas croquetas y una tapita de huevos cocidos. De la comida en la Cueva no puedo decir nada más de lo que ha dicho en otras ocasiones, ahora es el turno que lo comente alguien de los que no habían estado nunca allí.
Ya de vuelta a León y después de dar una vueltecilla nos encaminamos a otro local de los de toda la vida,
Casa Blas, dispuestos a probar sus famosísimas patatas bravas. Para los que no las hayais probado deciros que no tienen salsa, a simple vista son unas patatas fritas normales, pero que cuando las pruebas........... buf........... en fin que espero que os guste el picante ( a mi me encanta pero me costó ). De vuelta a la zona del Húmedo nos encontramos una vinoteca que en seguida nos gustó y entramos. Se llama
La Cava de Santa Clara y os dejo la página web
http://www.lacavadesantaclara.com/. Nos llamó la atención que tiene tienda de vinos donde compramos una botella por un precio razonable y nos la pudimos tomar allí pagando el servicio de descorche. Para acompañar nos pusieron unas tostas de queso de cabra con piña ( muy buena combinación ), pimiento con guindilla verde y otra de champis. Nos gustó mucho este lugar.
Y ya entrando en el Húmedo la primera parada fue en
El Flechazo, donde con unas cañas nos pusieron otra vez unas bravas pero más comestibles. A continuación buscamos un local llamado
Latitud 42º donde decidimos probar un rosado también Prieto Picudo del que no recuerdo el nombre ;-) pero si las tapitas, a elegir entre 4 tostas diferentes. Pedimos de queso crema con setas, lomo embuchado con pimentos y jamón con tomate seco. Al salir nos dirigimos al
Latino, donde habáimos intentado ir el día anterior pero estaban casi cerrando. Con unas cañitas nos pusieron unas patatas alioli y unos calamares en tinta. Cuando nos acercamos a la barra a pedir otro par de tapas y dispuestos a pagarlas, claro, nos las pusieron sin cobrarnos nada, así que repetimos. Aprovechando que volvíamos a estar al lado del
Besugo lo intentamos otra vez. Cuando nos dirigíamos a una mesa el mismo camarero del día anterior ( que tenía mechas... ) nos dijo que ahí no servían que nos teníamos que quedar fuera en la zona de la barra y de pie, y de verdad que no eran más de las 10:30.... No lo entendimos, como tampoco entendimos la " tortilla " que nos pusieron de tapa, de color entre verde y negro y sabor no muy agradable ( y os habla alguien que se come cualquier cosa llamada tortilla) y un plato con morcilla que para ser justos estaba buena. Continuamos en
La parrillada del Húmedo donde con una botellita de Villacezán tomamos un variado de torreznos ( qué buenos... ), costilla, criollo, chorizo frito y algo más, y si otra vez de pincho de la casa, increible... Para acompañar a mayores nos pedimos una cecinita buenísima de nuevo y quesito ( somos un poco de ideas fijas... ). Nos movimos un poco y fuimos a dar a una pizzería llamada
La Competencia donde nos tomamos una copita de Caney y de pinchito una porcioncita de pizza que a mi me supo a gloria. Y por último hicimos una parada en un lugar que era tipo restaurante pero que la parte de fuera era como una vinoteca donde nos tomamos otra botellita y una empanada de jamón y queso. El problema es que ninguno de nosotros se quedó con el nombre, así que gente de León a ver si nos echais una mano!!
Como veis no lo hicimos mal, seguro que aunque tocamos bastantes sitios nos habrán quedado muchos más que merezcan la pena ser visitados. Leoneses, dadnos vuestra opinión y alguna guía para futuras visitas. Y a los que querais escaparos un fin de semana, totalmente recomendable esta ciudad, merece la pena!!
PUBLICADO POR ESTHER