lunes, 13 de diciembre de 2010
Adega O Bebedeiro, A Coruña
En estos días plagados de cenas pre navideñas de grupos de amigos, compañeros de trabajo, etc, decidimos volver a cenar en O Bebedeiro, después de muchos años sin ir. La razón, la cantidad de gente que siempre hay, que hace muy difícil conseguir una mesa sin una reserva previa con varios días de anterioridad. Pues bien, nuestra reserva entraba en el "segundo turno" de cenas que tienen impuesto y que nunca entenderé. La hora estaba fijada para las 23 :15, aunque en este sistema de turnos los horarios nunca se cumplen y pasamos al comedor casi a las 23:45.
Pero la espera merece la pena. Nos presentaron una carta con una buena lista de platos apetecibles que hizo muy complicada la elección. Entre los entrantes pedimos ( para diez personas) : dos raciones de Scampi con Salsa Tártara ( gambas en gabardina con una salsa muy conseguida ), dos raciones de Zamburiñas al horno y otras dos de Pulpo con Almejas al Ajillo, plato con un contraste de temperatura entre el pulpo servido frío con las almejas que venían recién cocinadas.
Los platos principales que pedimos fueron:
- Carrilleras.
- Solomillo de Cerdo a la Pimienta: en carta el solomillo de cerdo se sirve con Salsa Cabrales,pero no pusieron ninguna pega a este cambio en el plato.
- Canelones rellenos de Txangurro con salsa de Mariscos, que tuve la ocasión de probar y estaban exquisitos.
- Merluza rellena de Txangurro, con puré de patata gratinado y salsa de marisco que estaba fuera de carta y que estaba fantástica.
- Hojaldre relleno de Lubina y Vieiras, plato típico del restaurante y que siguen preparando de manera jugosa.
- Solomillo de Ternera con Piña Asada, Foie y Salsa Pedro Ximénez.
- Entrecotte de Ternera con Queso de Cabra para tres personas. Hubo un problema con este plato, y es que los tres fueron pedidos al punto. Al momento de ser servido uno de ellos venía perfecto, mientras que los otros dos estaban híper pasados. Al comentárselo al camarero no hubo ningún problema y fueron sustituídos por otros dos con un punto perfecto.
Los vinos elegidos fueron para los entrantes dos botellas de Beronia, mientras que para los platos principales nos sirvieron dos botellas de Quinta de Tarsus.
Llegó el momento de los postres y los hubo para todos los gustos: Crema de Mascarpone, Helado de Café con Peta-Zetas de Chocolate y dos Brownies, uno con helado de vainilla y otro con helado de pistacho. En principio iban a ser más Brownies, pero el camarero tuvo a bien decirnos que las raciones eran más que abundantes y que podía ser demasiado, con lo cual decidimos compartir. Fue uno de los mejores Brownies que he tomado en mi vida, y creedme que llevo unos cuantos a mis espaldas... Buffff, aún me acuerdo y se me hace la boca agua....
Finalmente tomamos cafés, de pota, y una ronda de chupitos, tras la cual nos invitaron a otra, gesto que nos pareció muy correcto. La cuenta ascendió a 350€, 35 por cabeza y que nos dejó a todos un buen sabor de boca.
Si ya tenía unos buenos recuerdos de O Bebedeiro salí de allí con ellos renovados e intención de volver en fecha no muy lejana. Lo peor, vuelvo a repetir, el sistema de dos turnos que creo que no deja satisfecho a ningún comensal de cualquiera de ellos: al que entra a cenar a las 21:30 y que tiene tiempo limitado de sobremesa y a los de las 23, cuya entrada al restaurante siempre se retrasa. Está claro que a los dueños les compensa, para mi es un pequeño lunar en el buen nombre que reconocemos cuando hablamos de este local.
PUBLICADO POR ESTHER
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