Feria del vino del Rosal 2009

Como ya os habíamos anunciado, todo Catalia junto con un buen número de amigos volvimos a la Feria del Rosal. Este año, como ya habíamos aprendido del año pasado decidimos salir un día antes, con lo cual cogimos camino el viernes alrededor de la una de la tarde, para llegar a comer a La Batea, en Moaña, del cual os hablábamos hace tan sólo unos días.

A continuación teníamos programada la visita a Bodegas La Val, post que ya se está preparando. Y ya alrededor de las 7 y algo pusimos dirección a A Guarda donde teníamos nuestro campamento base. Mientras tanto el otro grupo que esperábamos también llegaron y pudimos acercarnos a coger el bus que nos llevaría al Rosal. Nuevamente nos sorprendió este servicio de bus gratuíto que cada hora más o menos llevaba a la gente a la feria y que nos permitió disfrutar de los vinos sin preocupación a la hora de coger el coche para volver a bajar.

La feria este año contaba con menos casetas que el año pasado y por ello echamos de menos algún clásico como Torroxal. La primera a la que nos dirigimos fue precisamente La Val, pero desafortunadamente no pudimos localizar al enólogo como nos había comentado la persona que había guiado nuestra visita a la bodega. Después fuimos probando vinos de Lagar de Pedragales, Santiago Ruiz, Valmiñor ( ojo a ese M-100 que probamos!!! ), Lagar de Cervera, Quinta do Couselo, Terras Gauda, Señorío da Torre... todo ello acompañándolo de viandas donde no faltó el pulpo, costilla, criollo etc.

Al día siguiente volvimos de nuevo por la noche y el plan se repitió un poco. Seguimos probando vinos, ya que en bastantes casetas ofrecían también la versión Albariño que tenían las bodegas y fuimos alternando, además de algunos blancos con barrica o fermentados sobre lías que habíamos descubierto el año pasado y que cada vez nos agradan más.

El domingo ya casi de retirada nos tocó subir a medidía y la verdad es que fue una gozada, con mucha menos gente, sin problema a la hora de encontrar una mesa ( a la sombra, por favor ) y poder comprar todas esas botellas de vino que irán a parar a nuestros respectivos botelleros para ir consumiéndolas poco a poco.

Echamos de menos este año la presencia en las casetas personal de las bodegas, ya que según nos comentaron contratan a gente simplemente para servir el vino y en pocas casetas tuvimos la oportunidad de conocer a bodegueros o que nos contestaran algo relacionado con el vino que estábamos probando ( excepto en Señorío da Torre, donde iremos a conocer la bodega próximamente ). Además..... dónde estaban las empanadillas de percebes y las croquetas de erizos del año pasado?? También nos fallaron.... En contrapunto nos encontramos con un servicio de limpieza fenómeno, ya que cada poco tiempo pasaban por las mesas varias personas que iban retirando los platos o botellas acabadas y que permitían llegar y tener una mesa limpia.

En fin, que ya ha pasado y sólo nos queda esperar un año más para la próxima. Seguro que repetimos.

PUBLICADO POR ESTHER