En esta ocasión os posteo un comentario de una bodega típica castellana montada en una cueva que me ha hecho llegar mi buen amigo Juan Carlos desde Palencia.
Como ya hemos comentado en más de una ocasión el espíritu de este blog es también que la gente nos aporte sus experiencias (tanto buenas como malas) para que todos podamos hacer buen uso de ellas y compartirlas con todo el mundo.
Para mas información pinchad aquí.
Muchas gracias Juan Carlos, esperamos otras aportaciones tuyas desde Palencia.
PUBLICADO POR TONI
Aclarar, que no se deben confundir las localidades de Cevico Navero, con Cevico de La Torre, pues ambas están próximas entre sí, pero el restaurante en cuestión se encuentra en la primera,
a unos 38 Km de Palencia por la carretera que va a Aranda de Duero. En lo alto en sus bodegas, podemos encontrar el restaurante “Los Torreros”, se trata de una bodega típica castellana, convertida en restaurante.
Aunque Ana y yo, hemos llegado hasta la misma puerta con el coche, para otras ocasiones, pienso que es más recomendable dejarlo cerca de la carretera, y subir a pie hasta la bodega, pues son poco más de 500 metros de estrecho camino de tierra. Llegamos sin hacer reserva, y encontramos sitio sin ningún problema, pues creo que el hecho de que el local se sitúe un poco lejos de las capitales, influye para que en esta época del año, el número de clientes sea moderado.
Lo típico del local, son las chuletillas de lechazo, aunque luego en su carta también tenemos ensaladas, tablas de quesos, chorizo a la brasa, ensaladas, callos, lacón a la gallega, y cecina de caballo de Villarramiel, (otro pueblo de la provincia).
Empezamos tomando una ración de chorizo a la brasa, que justamente traía un chorizo para cada uno, esto para ir haciendo boca, de segundo las chuletillas, un kilo, sale por 29 euros, y te las cobran al peso según la cantidad que tu pidas, (comimos un kilo y un cuarto), se sirven en una fuente acompañado de limón, para que las aliñes a tu gusto.
En la carta de vinos, tienen tintos Ribera, Conde de Siruela, Marques de Valparaíso y Prado Rey. Rosados Navarra y Lambrusco y blancos Rueda y Cuatro Rayas. Nosotros optamos por tomarnos el vino de la casa que es un Tinto Ribera de Duero Tempranillo de 2007, que sale por 7 euros la botella, que para nuestro gusto (que no soy tan entendido en vinos como Esther, Toni o Dani); creo que entra bastante bien.
Todo esto acompañado con una “ensalada de la casa”, bastante abundante, y compuesta por lechuga, tomate, cebolla, zanahoria, maíz, espárragos y queso fetta.
De postre yo pedí un arroz con leche, y Ana unos profiteroles. Aclarar que aquí dicen no tener postres caseros, pero aun así estaban bien presentados y seguro que si no preguntas, te llegas a creer que algunos lo son, (al menos mi arroz con leche estaba bueno). Eso sí, para otra ocasión un buen compañero mío, que ha visitado el lugar, me recomendo la tarta de arándanos.
Para finalizar la velada, unos cafés, y no tomamos ningún chupito, porque había que conducir los 38 Km. de vuelta. En total, la cuenta salio por 59’85 euros.
En conclusión, decir que merece la pena la visita, si vas de turismo por la zona, porque de paso que ves como es una bodega típica, también degustas uno de los manjares típicos de la comarca.
PUBLICADO POR JUAN CARLOS
miércoles, 25 de febrero de 2009
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