Cuando te lo estás tomando es como si te estuvieras comiendo un racimo de uvas blancas porque ese es exactamente el sabor que te deja tras tomarlo y que se mantiene bastante tiempo gracias a su persistencia, no es excesivamente dulzón con un equilibrio muy bueno y una entrada fabulosa en el que se denota su sedosidad (si se me permite esa expresión), en resumen es un dulce muy agradable y muy aconsejado, aunque nosotros nos lo hemos tomado solo yo creo que marida perfectamente con un brownie de los que hace Esther que son dignos del mejor restaurante de lujo.
PUBLICADO POR TONI
Un moscatel muy bueno, de calidad casi similar al Moscatel de Alejandría de Enrique Mendoza. Para mi no marida con un brownie (cuestión de gustos)
PUBLICADO POR DANI
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