Ayer fue nuestra última jornada del mini curso de cata que organizamos y le tocó el turno a vinos especiales, dentro de los cuales probamos espumosos, generosos y dulces.
Comenzamos con los espumosos y su elaboración. Como nos comentó Lorenzo son vinos blancos a los que se fuerza otra fermentación para generar el carbónico propio de ellos. También nos comentó la diferencia entre los dulces, secos, brut y brut nature que es simplemente la cantidad de azúcar que se les añade ( o no, como es el caso de los brut nature, los cuales llevan menos de 5 gr de azúcar añadido por litro y no se añade ninguna cantidad más al final ). Probamos un cava reserva llamado Balma que no nos agradó demasiado y un rosado, el Agustín Torelló Mata, que nosotros ya habíamos probado en versión blanco y que nos sorprendió gratamente por su aroma y sabor a fresa intenso y que tan diferente es a otros cavas rosados ( véase el publicitado Anna de Codorniú )
Continuamos con los generosos de los cuales probamos un fino ( Manzanilla La Gitana ), un oloroso ( del Consejo regulador de vinos Olorosos ) y un amontillado ( Tradición ). La diferencia entre ellos es muy curiosa. Todos provienen del mismo tipo de uva ( Palomino o Pedro Ximénez ). Dependiendo del grado de alcohol inicial se toma el camino de sacar fino o provocar una crianza oxidativa y crear un oloroso. Pero si por algún motivo ese fino altera su evolución se forzará una crianza oxidativa al mismo y al cabo de muchos años se conseguirá un amontillado. También es curioso la elaboración del fino. Se introduce en botas, recipientes de madera que se van colocando en escala. El piso de abajo se llama solera y los superiores criaderas. Cada una se llena dos tercios de la capacidad de la bota. Cada año se vacía un tercio de la capacidad de la solera que es la que se destina a embotellado para la venta. El espacio que queda en la solera es rellenado con el contenido de las criaderas que a su vez son completadas con la cosecha de ese año. Por ese motivo en los finos no vemos de qué año procede cada botella, porque realmente es una mezcla de vino de años diferentes. Y otro detalle, es que los amontillados tienen una crianza larguísima. De hecho el que probamos ayer podía tener unos 37 o 39 años según calculó Xurxo y eso explica el alto precio de las botellas ( a partir de 45 € ).
Y ya por último le tocó el turno a los dulces, en este caso el Casa de la Ermita tinto Monastrell ( naturalmente dulce )y Mas Amiel 2004 ( dulce natural ), vino francés que procede de la garnacha y que nos gustó muchísimo. La diferencia se la dejo a mis compañeros para que la expliquen que ya me enrollé bastante ( y no me quedó muy clara, la verdad....... )
Me gustó mucho esta última sesión, ya que me pareció muy interesante la elaboración de estos tipos de vinos ( debido a que no tenía ni remota idea ). Y ahora que tenemos una base pequeñísima a ir poco a poco aprendiendo más de este mundo que verdaderamente engancha. Pronto habrá más eventos.................
PUBLICADO POR ESTHER
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1 comentario:
Que envidia, sana si me lo permites, desde que estamos con el restaurante no tengo tiempo para ningun curso de cata, siempre se aprende algo y muchas veces ves como los gustos personales asoman en los catadores, Si me entero de algun curso como en la escuela de hosteleria del paseo de los puentes o de la sociedad de hosteleria os dire algo si no os importa
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