Este fin de semana nos propusimos abrir horizontes y decidimos movernos hasta Arteixo, pueblo pegado a Coruña. Guiados sabiamente por Fer ( de Fernanda) llegamos a un restaurante llamado Candame. Lo que primero nos llamó la atención fue la decoración, muy trabajada, y donde se respiraba ambiente a una conocida cadena de decoración ( que si conseguimos que nos esponsorice pondremos el nombre... )
La carta era correcta con bastantes entrantes de los que probamos un provolone con champiñones y el raxo que lo ponen con un estilo propio con dados de queso, chorizo y tiras de setas. Estaba bueno. Los platos para elegir, dos de pasta, algún arroz, cuatro o cinco de carne y sólo un pescado, según nos dijo el dueño porque el día anterior había sido de locos y agotaron prácticamente todo. Yo me tomé una pedazo de hamburguesa casera con jamón, pimientos de Padrón y patatas, pero probé unos tallarines que no estaban mal. Los postres muy originales, desde una piruleta de chocolate, una mousse de vainilla o la bola de helado de vainilla con chocolate caliente básica para los adictos a este postre. Después chupitos medio tarifa plana, ya que nos dejaron las botellas en la mesa y luego pese a preguntarnos cuántos habíamos tomado cada uno y el que más y el que menos confesar que dos ( con la boca pequeña ) sólo nos cobró uno por persona. Además tuvimos la oportunidad de probar la crema de licor café y la crema de licor de hierbas.
La carta de vinos no tenía mala pinta pero estaba completamente desactualizada, con la mitad de los vinos que no tenía y otros muchos que no aparecían.
Como ya aprendí a escanear os dejo la tarjeta con la dirección y el teléfono, aunque nosotros fuimos 9 personas el sábado sin reserva y no tuvimos problema.
PUBLICADO POR ESTHER
La carta era correcta con bastantes entrantes de los que probamos un provolone con champiñones y el raxo que lo ponen con un estilo propio con dados de queso, chorizo y tiras de setas. Estaba bueno. Los platos para elegir, dos de pasta, algún arroz, cuatro o cinco de carne y sólo un pescado, según nos dijo el dueño porque el día anterior había sido de locos y agotaron prácticamente todo. Yo me tomé una pedazo de hamburguesa casera con jamón, pimientos de Padrón y patatas, pero probé unos tallarines que no estaban mal. Los postres muy originales, desde una piruleta de chocolate, una mousse de vainilla o la bola de helado de vainilla con chocolate caliente básica para los adictos a este postre. Después chupitos medio tarifa plana, ya que nos dejaron las botellas en la mesa y luego pese a preguntarnos cuántos habíamos tomado cada uno y el que más y el que menos confesar que dos ( con la boca pequeña ) sólo nos cobró uno por persona. Además tuvimos la oportunidad de probar la crema de licor café y la crema de licor de hierbas.
La carta de vinos no tenía mala pinta pero estaba completamente desactualizada, con la mitad de los vinos que no tenía y otros muchos que no aparecían.
Como ya aprendí a escanear os dejo la tarjeta con la dirección y el teléfono, aunque nosotros fuimos 9 personas el sábado sin reserva y no tuvimos problema.
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A todo aquel que quiera ir al Candame, que no lo intente. Ha cerrado...
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